Un pueblo muy tranquilo y ordenado con sus casas blancas y techos de teja rojos que bajo los primeros rayos del sol se ven resplandecientes.
Tomaremos un pequeño descanso, un café, un bocadillo y seguiremos nuestro camino hacia Espinal.
Los expertos en el Camino recomiendan parar cuantas veces sea necesario y donde se encuentre algún bar para comer algo y descansar un poco los pies y la espalda, además es una delicia sentarse en los bares del Camino al aire libre y admirar los paisajes, ver llegar a otros Peregrinos y conversar con los que de aquí en adelante serán como nuestra familia por 32 días.
No hay comentarios:
Publicar un comentario