Llegamos y como siempre los albergues llenos.
Paramos en una pensión ¨Sebastián¨ en la calle San Juan, atrás de la catedral. Muy buena y recomendable. Habitación triple, 15 euros por persona.
Aquí en Logroño está María, hija de Felisa, quien atendía con mucho amor a los Peregrinos que pasaban por su casa.
Al llegar a Logroño nos encontramos con esta vista...
No es nieve, es pelusa de los árboles que cubre todo el piso y parece que ha nevado.
Candados con nombres escritos y colgados en los barandales del puente.
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